Cada uno con una formación y una historia distinta, Pelin y Miguel Calvo empezaron a compartir el tango y la vida en el año 2010, bailando en reconocidos casas de tango en Buenos Aires, cómo El Viejo Almacén, Señor Tango, Complejo Tango, y viajando por Asia y Europa dictando seminarios de tango salón y escenario.

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En su baile, aparte de la excelencia técnica y elegancia, buscan la verdadera emoción, la expresión que nace del sentimiento honesto, sin perder la tradición tanguera.